Hola a todos y todas una vez más!! Hoy quiero compartir algo de mi maleta de los sueños :)
El primer motor de este cambio, no solo en mis objetivos y sueños, si no en mi vida fue la idea de crear una colección de cuentos infantiles... Quería aprovechar el tiempo que estaba en el paro para hacer algo creativo, algo que naciera de mi... Siempre me ha gustado mucho escribir y también dibujar, y todos sabéis que me encanta la educación, los peques, la fantasía... Aunque debo aclarar que esta colección que estoy escribiendo no nace de la fantasía, porque me baso en la vida de unos niños y niñas muy especiales (como lo son todos los peques), pero nace de mi ilusión y de la necesidad de trasmitir a nuestros niños y niñas la importancia de tener valor de afrontar nuestros miedos, la fe para alcanzar nuestros sueños, la responsabilidad de cambiar aquello que no nos gusta en nuestras vidas y el amor para sentirnos bien con nosotros mismos y con el resto del mundo...
Ya hace tiempo que terminé mi primer cuento, pero no lo he compartido de forma pública por miedos (a las críticas, a la decepción, al plagio...), pero como se trata de vencer nuestros miedos y de confiar en el mundo, os dejo mi primer cuento... Espero llegar a publicar algún día alguno de mis cuentos o mejor aun la colección! Por eso os agradecería que lo leyerais y me dierais vuestra opinión sincera, la cual tomaré como consejo y crítica constructiva para mejorar :)
La colección se llama ☆La tropa de los sueños - vivir para soñar, un cuento muy real/ La tropa dels somnis - viure per somniar, el conte més real☆ Los protagonistas son cinco niños y niñas con edades entre 5 y 7 años, que comparten el afán por crear, imaginar, inventar, aprender, amar, jugar... Pero sobre todo Soñar! Porque los sueños son el inicio de todo... Luchan por ser ellos mismos, como de forma natural lo hacen todos los niños y niñas... Nuestro trabajo es dejar que lo consigan!
También tienen la compañía del Gallo Fermín, que abre cada cuento con su cacareo y como cierre de la colección también le he dedicado un cuento... Y es que es cierto que al final coges cariño a los personajes, espero que a vosotros y vosotras os pase :)
La idea es que después de cada cuento se propongan una serie de actividades como: ¿Cómo te gustaría que fuese tu maleta de los sueños? ¿Cual es el primer sueño que meterás en ella? Como construir una maleta de los sueños reciclando paso a paso, etc. Con la idea de despertar la imaginación, la curiosidad y la creatividad en ellos, y hacer el cuento un poco más suyo.
Os dejo el primer boceto de los personajes, y a lo largo del cuento que hoy comparto, como aun no está ilustrado, he buscado una serie de imágenes que representen un poco la lectura.
Y el cuento que os dejo hoy es:
"Pau y su maleta de los sueños"
El sol despertaba cuando el gallo Fermín cacareaba, la ciudad con una inmensa alegría se ponía en marcha, y mientras Pau en su cama se desperezaba. No había puesto un pie en el suelo cuando lo recordó y una amplia sonrisa esbozó. Aquella noche tuvo un sueño, un sueño grande, alto, ancho y largo, tanto y tanto que el sueño a pasear por el mundo le había llevado...
Recordando, recordando volvió al Polo Sur, donde había sentido El frío invierno construyendo un iglú. Luego nadando, nadando llegó a Australia Y como los canguros que allí conoció, saltó y saltó hasta África, donde aprendió a tocar el tambor al ritmo de sus danzas.
De vuelta en su habitación, empezó a correr por el pasillo hasta llegar al salón. Ilusionado contó, por miedo a olvidarlo, su sueño de tirón. Su mamá, su papá y su hermana Cloe escuchaban sin parpadear las aventuras que había vivido Pau al soñar. Pero cuando ya llegaba al final, se paró y triste se puso a llorar.
-¿Por qué lloras? Le pregunto su mamá.
- Porque no quiero olvidar, este sueño ha sido muy especial. Esta noche quiero volver a viajar, es más, ¡en viajero quiero convertirme cuando crezca un poco más! Contestó muy decidido Pau.
Entonces su papá le miró y una sonrisa le regaló mientras decía estas palanras que Pau nunca más pudo olvidar:
"Los sueños no sólo viven de noche, si no también de día; los sueños no sólo viven en tu cabeza, si no también en tu corazón y en tus manos; solamente que para que no se vayan hay que alcanzarlos."
Mientras, la mamá de Pau, adivinando las sabias palabras del papá, trajo una gran maleta, algo vieja por fuera pero que resultó ser muy hermosa por dentro. Cuando Pau pudo ver su interior, descubrió un sin fin de fotografías, postales, cartas, canciones y muchos recuerdos más, y sorprendido exclamó: ¡ES UNA MALETA DE LOS SUEÑOS!
Entre todos los tesoros que la maleta contenía, Pau diferenció una fotografía. En ella aparecía un niño disfrazado con un mantel, y él curioso preguntó ¿Este niño quién es? El papá de Pau respondió a su pregunta contando una antigua historia justo después...
"Érase una vez, un niño que todas las noches antes de irse a dormir se asomaba a su ventana desde su cama, desde allí admiraba la luna, jugaba con las estrellas y mirando al universo rendido caía en ella. Pasaba toda la noche soñando que por el volaba, a veces era un astronauta que con un cohete a la luna viajaba, otras era un marciano que la tierra visitaba y en ocasiones hasta en un planeta se convertía para jugar alrededor del sol todo el día. Todas las mañanas cuando se despertaba un mantel de la cocina por encima se ponía, para convertirlo en una capa mágica que al infinito le llevaría. Aquel niño tanto y tanto soñó que cuando fue mayor al universo llegó."
- Ahora, ¿quién me puede decir quien era ese niño tan feliz? Dijo el papá de Pau.
- ¡Eres tú papá! Tú eres astronauta, tu hasta la luna has llegado y polvo de allí me has regalado. Pau respondió con gran admiración.
-Así es, sonrió su papá. Esta maleta es mágica, cuanto más sueñas más grande se hace, para que todos te quepan y ninguno se escape. Mi primer sueño fue viajar al espacio, lo puse en mi maleta y una vez pasado el tiempo logré alcanzarlo. Nunca dejéis de soñar, y todos vuestros sueños se harán realidad.
Esa mañana en casa de Pau y Cloe, se contaron miles de historias y sueños cumplidos que salían sin parar de la gran boca de la maleta de los sueños. Pau preguntó a su papá si él también podía tener una maleta tan mágica y especial, a lo que su papá contestó:
"Érase una vez, un niño que todas las noches antes de irse a dormir se asomaba a su ventana desde su cama, desde allí admiraba la luna, jugaba con las estrellas y mirando al universo rendido caía en ella. Pasaba toda la noche soñando que por el volaba, a veces era un astronauta que con un cohete a la luna viajaba, otras era un marciano que la tierra visitaba y en ocasiones hasta en un planeta se convertía para jugar alrededor del sol todo el día. Todas las mañanas cuando se despertaba un mantel de la cocina por encima se ponía, para convertirlo en una capa mágica que al infinito le llevaría. Aquel niño tanto y tanto soñó que cuando fue mayor al universo llegó."
- Ahora, ¿quién me puede decir quien era ese niño tan feliz? Dijo el papá de Pau.
- ¡Eres tú papá! Tú eres astronauta, tu hasta la luna has llegado y polvo de allí me has regalado. Pau respondió con gran admiración.
-Así es, sonrió su papá. Esta maleta es mágica, cuanto más sueñas más grande se hace, para que todos te quepan y ninguno se escape. Mi primer sueño fue viajar al espacio, lo puse en mi maleta y una vez pasado el tiempo logré alcanzarlo. Nunca dejéis de soñar, y todos vuestros sueños se harán realidad.
Esa mañana en casa de Pau y Cloe, se contaron miles de historias y sueños cumplidos que salían sin parar de la gran boca de la maleta de los sueños. Pau preguntó a su papá si él también podía tener una maleta tan mágica y especial, a lo que su papá contestó:
"Todos podemos tener la nuestra, ya seamos pequeños o grandes, altos o bajos, blancos, rojos o negros, hasta si uno es de la luna... Solo hace falta ilusión, fe y mucho amor!
Aquella tarde Pau estaba lleno de inspiración, y estuvo pintando y pintando todos los sueños que recordó. Quería estar preparado para cuando tuviese su maleta, y llenarla rápido para viajar con ella. Dibujo un desierto, justo al lado de un dragón, ya que el pensaba que el desierto seco era por él todo lo quemó... Pintaba campos y mares, pero también una pequeña flor, tenía tanta y tanta ilusión que consiguió pintar hasta el viento, la alegría y el calor.
Una vez llegó a la cama pensando, pensando se durmió, en aquella maleta que su mamá le enseño, y en cómo sería la suya, con qué forma y color, y un montón de ideas tenía, hasta que de repente la vio. Era azul como el cielo, y verde claro en su interior, alargada y blandita como una nube de algodón. Podía llevarla a la espalda para con ella viajar tan y tan lejos como quisiera llegar. Hilos de colores de ella colgaban, y cada uno representaba un lugar al que poder viajar. También tenía dibujos de mapas, lagos y montañas, y hasta una brújula sobresalía de una de sus pestañas.
Se acercó a ella y pensó que no había en todo el universo una maleta mejor. La colgó de sus hombros y bajito le dijo: - Juntos cruzaremos hasta el infinito. Entonces Pau de un susto pegó un brinco... La maleta empezó a crecer y a crecer, de alargada pasó a redonda, de blandita a dura se convirtió, y sin apenas pasar el tiempo en un globo Pau viajó.
- ¡Increíble! Exclamó. Mi papá tenía razón eres mágica sin duda...
Pero entonces, para más sorpresa, la maleta le interrumpió:
- Pau si tenemos que viajar, necesitamos una dirección. ¿Hacia donde nos dirigimos mi soñador? La maleta preguntó.
Entonces Pau consultó la brújula, su libro dr viajero, y el cielo indeciso observó.. Y empezó a recordar todo lo qur le había dicho su papá:" Hay que alcanzar los sueños... Sólo se necesita ilusión, fe y mucho amor." Así que alto y fuerte exclamó:
- ¡Seremos los primeros en tocar el horizonte, en llegar al fin del mundo y en surcar en los mares lo más profundo!
- De acuerdo. Ella respondió.
Y así, juntos empezaron una ilusión que de un gran niño y su pequeño sueño nació.
Esta es la historia de como Pau conoció a su maleta de los sueños, aquella que siempre le acompaña en sus aventuras y desventuras, para poder guardar sus recuerdos, sus sonrisas, las estrellas, canciones y sentimientos, cuerda, aguja e hilo, y hasta un poquito de polvo de luna... Para siempre recordar... Para así poder llegarlos a alcanzar...
Una vez llegó a la cama pensando, pensando se durmió, en aquella maleta que su mamá le enseño, y en cómo sería la suya, con qué forma y color, y un montón de ideas tenía, hasta que de repente la vio. Era azul como el cielo, y verde claro en su interior, alargada y blandita como una nube de algodón. Podía llevarla a la espalda para con ella viajar tan y tan lejos como quisiera llegar. Hilos de colores de ella colgaban, y cada uno representaba un lugar al que poder viajar. También tenía dibujos de mapas, lagos y montañas, y hasta una brújula sobresalía de una de sus pestañas.
Se acercó a ella y pensó que no había en todo el universo una maleta mejor. La colgó de sus hombros y bajito le dijo: - Juntos cruzaremos hasta el infinito. Entonces Pau de un susto pegó un brinco... La maleta empezó a crecer y a crecer, de alargada pasó a redonda, de blandita a dura se convirtió, y sin apenas pasar el tiempo en un globo Pau viajó.
- ¡Increíble! Exclamó. Mi papá tenía razón eres mágica sin duda...
Pero entonces, para más sorpresa, la maleta le interrumpió:
- Pau si tenemos que viajar, necesitamos una dirección. ¿Hacia donde nos dirigimos mi soñador? La maleta preguntó.
Entonces Pau consultó la brújula, su libro dr viajero, y el cielo indeciso observó.. Y empezó a recordar todo lo qur le había dicho su papá:" Hay que alcanzar los sueños... Sólo se necesita ilusión, fe y mucho amor." Así que alto y fuerte exclamó:
- ¡Seremos los primeros en tocar el horizonte, en llegar al fin del mundo y en surcar en los mares lo más profundo!
- De acuerdo. Ella respondió.
Y así, juntos empezaron una ilusión que de un gran niño y su pequeño sueño nació.
Esta es la historia de como Pau conoció a su maleta de los sueños, aquella que siempre le acompaña en sus aventuras y desventuras, para poder guardar sus recuerdos, sus sonrisas, las estrellas, canciones y sentimientos, cuerda, aguja e hilo, y hasta un poquito de polvo de luna... Para siempre recordar... Para así poder llegarlos a alcanzar...
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